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El libro ha sido coeditado junto a Expo Zaragoza 2008. Entre sus páginas encontraremos hombres con branquias que mueren por amor, animales cleptómanos que roban barcas, tesoros en el Ebro custodiados por una estrella de mar La prosa de Óscar Sipán nos retrocede a una Zaragoza que, tal vez nunca fue, pero que, durante las tardes de lluvia, añoraremos que en alguna ocasión hubiera sido.En esta simbiosis casi mística, el contrapunto lo ponen las ilustraciones personales, estrictas y visionarias de Óscar Sanmartín; pedazos de alma arrancados de cuajo para que sonriamos debajo de las sábanas cuando apaguen la luz. En su imaginario se esconden todos los monstruos que nos tomaban de la mano cuando nos perdíamos en bosque, aquellas criaturas que guardábamos en cajitas de música para evitar que el tiempo los arrojara a la basura.En esta simbiosis casi mística, el contrapunto lo ponen las ilustraciones personales, estrictas y visionarias de Óscar Sanmartín; pedazos de alma arrancados de cuajo para que sonriamos debajo de las sábanas cuando apaguen la luz. En su imaginario se esconden todos los monstruos que nos tomaban de la mano cuando nos perdíamos en bosque, aquellas criaturas que guardábamos en cajitas de música para evitar que el tiempo los arrojara a la basura.