Por el momento no disponemos de este producto en tu zona. Puedes revisar tu dirección o descubrir otros productos similares.
Información del producto
«Beth lograba que el viejo piano sonara bien y con su música acompañaba las sencillas canciones. La voz de Meg era como un dulce flauta y junto con su madre dirigía el coro Amy desafinaba como un grillo y Jo, con sus ensoñaciones, estropeaba la melodía callando cuando no tocaba.»