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Información del producto
Maitake (Grifola frondosa); 60 gramos Cuerpo fructífero en polvo. 100% orgánico, vegano, sin granos ni rellenos. ¿Cómo lo uso? Es fácil incorporar en tu dieta. Sólo añade 2 gramos (aproximadamente una cucharadita) en tus bebidas habituales (café, batidos, jugos, chocolate, té, etc.) o en comidas (granolas, sopas, pastas, repostería, etc.). El shiitake tiene un sabor muy sutil y en la dosis recomendada no afectará el sabor de las bebidas o comidas. ☕️🥤🥗🥐 Registro Sanitario INVIMA: NSA-0010280-2021 ¿POR QUÉ CUERPO FRUCTÍFERO Y NO MICELIO? Los productos a base de hongos generalmente contienen el cuerpo fructífero o el micelio del hongo. Es importante saber cuál es la diferencia entre estos dos elementos para beneficiarse de los compuestos bioactivos de las setas. El hongo no es el micelio, y el micelio no es el hongo. Estos términos no son sinónimos y deben ser diferenciados. Un hongo es el “cuerpo fructífero” de los organismos conocidos como basidiomicetos, la división del reino Fungi que incluye a los hongos comestibles. Los cuerpos fructíferos de las setas son ricos en nutrientes esenciales, no contienen rellenos y son muy sabrosos. Los beneficios funcionales de las setas se derivan de sus compuestos activos, que se encuentran en abundancia en el propio hongo (cuerpo fructífero), y en menor medida en el micelio. Los compuestos clave más importantes se denominan betaglucanos, y ofrecen una gran cantidad de beneficios para la salud. Las investigaciones actuales demuestran que el beneficio más importante de los betaglucanos para nuestra salud es la modulación del sistema inmunológico y la reducción de la inflamación. Además, pueden ayudar a controlar el azúcar en la sangre, mejorar la sensación de fatiga y aumentar la resistencia general. También se ha demostrado que benefician a quienes padecen enfermedades cardiovasculares y diabetes de tipo II El micelio es la "semilla" del hongo, una etapa temprana en el ciclo de vida de estos organismos. La mayoría de productores de micelio lo propagan en granos como arroz, trigo o maíz. Por lo tanto, todo ese grano se vuelve inseparable del micelio y permanece en el producto final, lo cual lleva a grandes cantidades de almidón y otros ingrentes no deseados. Además, el micelio no puede colonizar o digerir la mayoría de los granos (se estima que apenas coloniza entre el 30-40%), lo que significa que en los productos a base de micelio encontramos hasta 60-70% de grano inerte, aunque se comercializa como hongos comestibles.